Día lluvioso y algo fresco el que tenemos en las manos, a pesar de que la primavera también la tengamos encima. Y es que esto suele ser normal en cualquier temporada del año, existiendo cambios tan bruscos de tiempo que siempre conviene tener recetas de cocina acordes con dichos cambios. Y si hoy hace algo de frío, ¿qué tal un plato algo más contundente de lo habitual? Sin que abandonemos por ello la cocina más clásica, como es el caso de los Codillos de cerdo guisados que os tengo preparados para hoy. Ingredientes bastante accesibles y económicos, una receta sencilla y, sobre todo, un sabor final que no desmerece en absoluto al de los grandes menús, convirtiéndose en un segundo plato de categoría. ¿Queréis aprender a cocinar estos Codillos de cerdo guisados? Pues vayamos con la receta, será mejor que la tengáis siempre a mano para cuando os haga falta…
Ingredientes
- 2 codillos partidos por la mitad (1300 gramos aproximadamente).
- 300 gramos de cebolla.
- 3 dientes de ajo.
- 150 gramos de zanahoria.
- 1 pimiento verde.
- 1 litro de vino blanco de buena calidad.
- 2 patatas.
- 1 cucharada sopera de harina.
- Aceite de oliva, sal, pimienta y tomillo.
Preparación
Primero de todo, hemos de dejar en maceración los codillos dentro de un recipiente con el vino blanco, juntando también las verduras cortadas a dados y el tomillo. Guardamos el preparado en la nevera el día anterior al cocinado de los Codillos de cerdo guisados.
Una vez transcurrido el día de maceración, separamos los codillos del resto de ingredientes y los doramos por ambas caras en una cacerola con un poco de aceite, reservándolos posteriormente. Pochamos después a fuego lento las verduras troceadas, dentro de la misma cacerola, habiéndolas escurrido sin desechar por ello el vino. Una vez las verduras estén muy pochadas, ponemos la cucharada de harina, removemos un poco e incorporamos de nuevo a la cacerola los codillos y el vino escurrido, cociendo hasta que este reduzca casi del todo. Añadimos entonces agua hasta cubrir la carne y dejamos que cueza a fuego lento hasta que quede tierna, rectificando de sal y de pimienta.
Retiramos otra vez los codillos y pasamos el resto por un chino, obteniendo una salsa que devolveremos a la cacerola junto con los respectivos codillos.
Cortamos las patatas a dados pequeños y las freímos en una sartén con aceite. Una vez fritas y escurridas, las introducimos en la cacerola junto con los codillos y su salsa, encendemos el fuego a potencia suave y le damos unas vueltas al conjunto, teniendo así listo el plato.
Montaje del plato.
Servimos una ración de los Codillos de cerdo guisados por persona, acompañando la carne con su guarnición de patatas y salseando el plato al gusto de cada comensal.
Observaciones.
-En este tipo de guisos el sabor mejora de un día para otro, habiendo reposado todos los jugos realzando con ello dicho sabor.
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