Por fin ha llegado ese día que mucha gente esperaba: hoy es el último día de trabajo y la antesala de unas vacaciones que comienzan, por antonomasia, el primer día de agosto. ¿Estabais tachando el calendario y ya teníais ganas de arrancar el mes de julio? Daos el gusto: este viernes es mucho más que un viernes. Y preparaos para las labores típicas de las vacaciones: tumbarse al sol en la playa, refrescarse en la piscina y servirse todo tipo de refrigerios en forma de bebidas. Aunque eso sí: toca enfriarlas antes, que cualquiera se toma algo del tiempo…
Lo más lógico es tener las bebidas ya frías en la nevera; aunque ya sabemos que la lógica no siempre se lleva bien con nuestra memoria (nos acordamos de ir a la nevera a recoger, no a rellenar). ¿Cubitos de hielo? A pesar de que existen desde que se inventó el frigorífico (incluso antes), y que podemos hacerlos con mil formas diferentes, no acaban de enfriar todo lo rápido que querríamos. ¿Otras soluciones? Pues sí, las hay. Y no, tomarse la bebida en el verano austral no es una solución.
A continuación tenéis cinco maneras de enfriar bebidas rápidamente. Y de manera sencilla, que eso también es fundamental. ¿Las conocíais? Esperamos que podáis ponerlas en práctica.
Tened vasos y jarras en el congelador
No es una solución muy práctica si somos igual de desmemoriados reponiendo los recipientes en el congelador como poniendo bebidas en la nevera, pero siempre se pueden mantener unas jarras y vasos dentro de la parte baja del frigorífico. Incluso podéis utilizar jarras especiales que enfrían casi al instante, por lo que pueden paliar el problema de llegar a casa y tener todas las cervezas fuera de la nevera. O los refrescos…
Hielo, agua y sal
Es el turno de desempolvar vuestra física y recordar lo que le pasaba al hielo con la sal. Exacto: la temperatura de deshielo desciende desde los 0 º C hasta un máximo de -9 º C, lo que le permite a la disolución extraer más rápidamente el calor de cualquier bebida estanca (una lata de refresco o cerveza, por ejemplo). ¿Qué hay que hacer? Tomad un barreño de plástico, llenadla con hielo, un poco de agua y añadid un puñado de sal. Removed la helada mezcla y listo: ya podéis sumergir las latas en ella (o una botella, por ejemplo). Como media, las latas se enfriarán a una temperatura refrescante en unos 2-3 minutos. ¡Bastante menos de lo que necesitaría el frigorífico!
Spinchill
La evolución del método anterior, aunque hace falta el accesorio Spinchill. ¿Qué es lo que hace exactamente? Aprovechar el principio del hielo, agua y sal para enfriar bebidas incorporando un nuevo elemento: la rotación. Así se consigue un enfriamiento mucho más rápido sin que se corra el riesgo de que los giros agiten las burbujas: las latas se abren sin ningún problema. De hecho, el Spinchill puede enfriar dichas latas y casi cualquier botella. Esto hay que meterlo en nuestro catálogo de regalos originales.
El trapo mojado y la nevera
Esta forma de enfriar bebidas rápidamente es algo menos rápida que las anteriores, aunque bastante más que dejar las latas o botellas directamente en el frigorífico. ¿Cómo aceleraríais ese proceso? Enrollando las bebidas en un trapo de cocina mojado. Como lo leéis: tomad un trapo de cocina y adaptadlo al alto de la bebida (también podéis utilizar papel de cocina), mojadlo con agua y enrolladlo alrededor. Después, basta con introducir la bebida enrollada en el frigorífico, enfriándose más rápidamente que si estuviera sin enrollar. ¿La razón? Porque el agua se evapora del trapo llevándose el calor de la bebida. Vamos, el mismo principio que utiliza nuestro cuerpo con el sudor.
Un accesorio para botellas de vino y cava
Rematamos este top con las cinco maneras de enfriar bebidas rápidamente trayendo un accesorio que sí tenemos en CosasdeRegalo.com; y que sólo sirve para botellas de vino y de cava, algo que hay que tener en cuenta. ¿Cómo tener un vino blanco a temperatura de servicio incluso recién traído de la bodega? El enfriador de acero inoxidable y acrílico es perfecto para la tarea. ¿Cómo funciona? Basta con tener el núcleo de acero en el congelador y, siempre que vaya a servirse el vino, montarlo en su tapón acrílico para, después, insertar el enfriador dentro de la botella. ¡El vino se enfriará en minutos! O el cava, champán…