No sé si os habréis acercado por la frutería, pero, si no lo habéis hecho, vale la pena darse un paseo. Con la explosión de la primavera llega la temporada con la mayor variedad de frutas y verduras, poniendo a nuestro alcance multitud de ingredientes con los que alimentar nuestros platos. Pues bien: hoy voy a crear un primero en el que combinan algunas de estas frutas, uniéndolas a los ingredientes habituales de la ensalada para conseguir una sorpresa a los ojos y al paladar. ¿Qué os parece una Ensalada de contrastes? Así, sólo con el nombre, quizá no le encontréis mucho sentido. Pero, una vez veáis la foto, y os pongáis con la receta, descubriréis a una de las ensaladas más sabrosas que podréis preparar estos días. Y sin que sume muchas calorías, que eso es algo que hay que tener muy en cuenta de cara a la próxima operación bikini…
Ingredientes
- 1 mango en su punto.
- 12 fresones.
- 300 gramos de requesón.
- 200 gramos de membrillo.
- 8 nueces troceadas.
- Brotes de ensalada.
- Sal y pimienta.
- Para la vinagreta:
- 6 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen.
- 2 cucharadas soperas de vinagre de Módena.
- 1 cucharada sopera de miel.
- 1 cucharada sopera de salsa de soja.
Preparación
Empezamos pelando el mango y cortándolo a láminas finas. Limpiamos los fresones y los cortamos de la misma manera, realizando idéntico corte con el membrillo.
Preparamos la vinagreta emulsionando todos los ingredientes. Después, aliñamos los brotes de ensalada en un bol con la vinagreta, reservando parte de ésta para cuando toque montar el plato.
Montaje del plato.
Empezamos montando la Ensalada de contrastes asentando el membrillo en el centro de un plato llano. Después, ponemos las láminas de fresón, salpicamos con las nueces troceadas, cubrimos con el requesón desmigado y aliñamos con la vinagreta.
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