Hoy se nos ha descolocado un poco el postre; pero casi mejor, así podréis aprovechar para disfrutarlo durante todo este sábado si es que os quedáis a cocinar en casa, poniendo así en práctica algunas de las recetas que hemos ido elaborando para el menú. Y a ver qué os parece la de hoy: Postre de café irlandés. ¿Os gusta esta bebida tan clásica dentro de cualquier Pub irlandés? ¿Y los postres dulces sin llegar a ser empalagosos que poseen el toque adulto del alcohol? Pues aquí tenéis a una gran muestra de lo que se puede conseguir mezclándolo todo dentro de una copa de postre, hundiendo la cuchara en capas y capas de dulce placer para los sentidos. ¿Me acompañáis en la elaboración?
Ingredientes
- 250 gramos de leche.
- 125 gramos de azúcar.
- 2 yemas de huevo.
- 500 gramos de nata para montar.
- 2 tazas de café.
- 2 copas de whisky.
- 1 cucharada sopera de cacao o de café soluble (al gusto).
Preparación
Primero, empezaremos preparando una crema inglesa con la leche, el azúcar y las 2 yemas de huevo. Ponemos la leche junto con la mitad del azúcar dentro de un cazo y la llevamos a ebullición. Mientras, batimos las yemas con el resto del azúcar dentro de un bol hasta que adquieran un tono blanquecino. Vetemos después la leche hirviendo poco a poco mientras vamos removiendo adecuadamente y devolvemos la mezcla al cazo, poniéndolo de nuevo al fuego sin dejar de remover hasta que espese. No ha de hervir. Una vez obtenida la crema inglesa, dejamos que temple y reservamos dentro de la nevera.
Montamos la nata en un bol y, cuando la crema inglesa ya esté bien fría, la añadimos a la nata montada, uniendo ambas con extrema delicadeza para que la mezcla no baje. Hemos de dejar aparte un poco de nata montada para decorar el Postre de café irlandés.
Preparamos las dos tazas de café y las mezclamos con las copas de whisky, dejando que temple.
Montaje del plato.
Elegimos cuatro copas de postre y las rellenamos con la crema, dejando que cojan cuerpo manteniéndolas en la nevera por media hora. Después, añadimos el café con el whisky, cubrimos con un poco de nata montada y terminamos decorando con una pizca de cacao en polvo o de café soluble, según nos apetezca.
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