Como en todo jueves que se precie, al menos en el plano culinario, hay ciertos platos que suelen presentarse sobre la mesa, haciendo de los menús tradicionales los más elegidos por aquellos que desean calmar el hambre y, además, saciar el espíritu. Y no hay duda de que los sabores influyen en la satisfacción posterior a la sobremesa, necesitando propuestas variadas, originales, bien presentadas y que mantengan un equilibrio con el resto del menú, como en el caso de la receta que tenemos para hoy: Albóndigas con salsa de queso azul. ¿Quién no ha comido alguna vez este plato? Pues todos lo habremos degustado más de una vez, siendo el tomate la salsa más popular de acompañamiento. Pues toca cambiarla por una propuesta menos recurrente, encontrando en la salsa de queso azul un toque cremoso con el sabor intenso de este tipo de lácteos, combinando perfectamente con la carne de las albóndigas. ¿Os apetece probarla? Pues vayamos a ello, que si no nos ponemos a cocinar tampoco las podremos comer…
Ingredientes
- 500 gramos de carne de ternera picada.
- 1 huevo.
- 50 gramos de pan rallado.
- 50 gramos de leche.
- 50 gramos de arroz.
- Sal, pimienta y perejil picado.
- Para la salsa de queso azul:
- 1 copita de vino blanco.
- 100 gramos de queso azul.
- 300 gramos de nata para cocinar.
- Harina.
- Aceite de oliva, sal y pimienta.
Preparación
Primero, empezaremos elaborando las albóndigas. Para ello, juntamos en un bol la carne picada con el huevo, el pan rallado, la leche y una pizca de sal y de pimienta. Mezclamos bien con las manos y formamos bolas de un tamaño pequeño. Las pasamos por harina, las sacudimos para retirar el sobrante y vamos friendo las albóndigas en una sartén con aceite de oliva. Una vez se vayan dorando, las retiramos de la sartén dejándolas en un plato con papel absorbente.
Para la elaboración de la salsa, ponemos en un cazo el queso azul con la copita de vino blanco, calentando a fuego suave hasta que el vino se evapore. Una vez evaporado, incorporamos las albóndigas y las cubrimos con agua, dejando que cuezan tranquilamente. Cuando el agua haya reducido hasta el nivel de un dedo, vertemos la nata y removemos, cocinando hasta que el conjunto líquido se reduzca hasta la textura de una salsa. Rectificamos de sal y de pimienta y apagamos el fuego.
Como guarnición, coceremos el arroz dejándolo al dente.
Montaje del plato.
Ponemos en el centro del plato una ración de Albóndigas con salsa de queso azul y acompañamos con un puñado de arroz hervido. Terminamos la presentación espolvoreando por encima una pizca de perejil picado.
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