Bienvenidos a una contienda muy especial en CosasdeRegalo.com: hoy vamos a enfrentar a dos grupos que, a pesar de que suelen llevarse más que bien, todos hacemos bromas en torno a ellas. Sí: ¿qué tal si enfrentamos a las suegras contra las nueras? Siempre de manera simpática, con toda la gracia del mundo y tratando de que haya más que un apretón de manos al final de la contienda. ¿Sabéis qué? Evidentemente: tanto las suegras como las nueras se llevarán una de nuestras tazas personalizadas: las hemos hecho adrede para la ocasión. Y son perfectas para regalar en Navidad…
¿Por qué las suegras se han llevado siempre la mala fama? No es verdad que tramen en la sombra ni que no deseen que se lleven a sus hijos: ellas quieren lo mejor para ellos; y también para sus parejas, por supuesto. Siempre listas para cuando hacen falta, preparadas para pedir ayuda si es menester, con una sonrisa incluso cuando es difícil tenerla… Y ofreciendo buena compañía en torno a un café, unos dulces y unas cuantas horas por delante. ¿No se merecen un detallazo por toda la abnegación que muestran día a día? Por supuesto que sí. Y aquí lo tenéis: la taza personalizada para las suegras más cañeras. ¡Id corriendo a por ella!
Y las nueras… Ay, esas nueras que se desviven por hacer felices a los retoños. Cuidando de los nietos con la máxima estima, desviviéndose a diario por la familia, ofreciendo su ayuda sin que ni siquiera tengamos que pedírsela… No hay duda: seguro que son la mejor elección posible para ellos, sabiendo también que siempre estarán ahí se las necesite. ¿A que os hemos despertado la emoción? Claro que sí: las nueras de hoy en día son «súper nueras», estando tan preparadas que son capaces de todo. Incluso de preparar el mejor café; que podrán acompañar con su taza personalizada para la mejor nuera. ¡Regaládsela ya!
Vaya, menuda pelea: al final han terminado abrazadas. Y no nos extraña: tanto las nueras como las suegras son imprescindibles, debiendo desterrar la mala fama incluso de los chistes. ¡Celebradlo en las próximas comidas familiares! Y con otro «enfrentamiento» tan amistoso como éste que habéis leído…