La oficina está que arde, todos de celebración, los compañeros de trabajo se reúnen tras una mesa en la que hay depositados un montón de regalos… Y alguien se dedica a entregar a cada uno lo que le corresponde. ¿Quién habrá tocado a quién? Nadie sabe: es parte de la magia del amigo secreto. O nadie debería saberlo, que siempre hay alguno que acaba sorprendiendo más de la cuenta y se chiva tratando de atraer la atención del compañero. ¿Os suena esta situación? Seguro que sí: no hay nadie que no se haya visto inmerso en los regalos del amigo invisible, habiéndose convertido en una buena forma de regalar cuando llegan las ocasiones más especiales. No sólo en Navidad o entre los compañeros de la empresa, que el amigo invisible se puede extender a cualquier terreno. ¡Incluso a la familia!

En estos tiempos tan achuchados que corren, resulta más que lógico que todos nos unamos para gastar la menor cantidad de dinero posible; encontrando en los regalos colaborativos una clara ventaja económica. ¿Entregar un regalo a cada persona por parte de cada miembro de la empresa, familia o por cada amigo del grupo? No estaría mal para el que recibe el regalo, pero todo se torna más turbio cuando nos ponemos del lado de los que regalan. Y por eso el amigo secreto o amigo invisible es tan popular: gracias a que regalaremos un único regalo a una persona concreta podremos ahorrar al máximo en la celebración; teniendo un valor añadido que no se puede desdeñar: las ceremonias de entrega suelen convertirse en una fiesta, entrando en una especie de competición por ver quién hace el regalo más original y, en ocasiones, absurdo. ¿Cómo competir con los demás? Ganando en originalidad. Sin perder en el precio: el presupuesto siempre será fijo.

Los regalos para el amigo invisible suelen entregarse a final de año, pero se organizan mucho antes. Y es aquí donde debemos incidir: aunque en ocasiones se piense en regalos idiotas, resulta mucho más divertido sorprender con algo único que no se salga del presupuesto. Y es mucho más sencillo de lo que pensáis: basta con dejarse sorprender con nuestro escaparate pensado para la ocasión. ¿Que se os echa encima un amigo invisible? No os conforméis con comprar lo más absurdo que veáis: dadle un par de vueltas hasta localizar algo que encaje en los gustos del compañero que os ha tocado y que tampoco vaya a dejarle en ridículo. Sí, sabemos que esta consideración no suele ser recíproca. Pero hay veces que es mejor no dejarse llevar por la mayoría y apostar por ser original.

¿Queréis recomendaciones para cuando llegue el momento de tener que elegir? Lo sabíamos, estabais esperando nuestras sugerencias. Y tenemos un buen montón de ellas, empezando por la selección de regalos para el amigo invisible. ¿Que tenéis un presupuesto muy marcado? Mirad: regalos para el amigo secreto por un precio no superior a los diez euros. ¿Que se trata de un amigo invisible todavía más ajustado? Sin problemas: tenemos una colección de regalos por menos de cinco euros. Anda que no, será por sugerencias…

No os dejéis vencer por la idea de que el amigo invisible es sólo para la Navidad y organizad uno siempre que haya motivos para hacer un regalo. ¿No es una manera genial de romper la rutina? De hecho, y como diría el sombrerero loco de Alicia en el país de las maravillas… Siempre que se celebre un no cumpleaños, merece la pena celebrar un amigo invisible. ¡Todos a hacerle caso!