Anda que no es difícil conseguir que los niños hagan sus deberes, es una tarea casi titánica. Aunque… ¿Sabéis qué es peor? Seguro que sí: conseguir que los niños hagan los deberes en vacaciones. ¿Os habéis peleado durante cada uno de los días de agosto o han conseguido que os dobleguéis dejándolo todo para las ultimas semanas? Lo sabemos: vosotros también necesitáis unas vacaciones. Y aquí van unos consejos para lograr que las disfrutéis libres de las tensiones que suponen los deberes escolares. ¿Nos acompañáis a descubrirlos? Incluso podéis comentar los vuestros.
Hemos recopilado cinco trucos para que los niños hagan sus deberes sin rechistar. Están basados en nuestra propia experiencia, siendo consejos útiles y divertidos que podéis practicar con vuestros hijos. No pretenden ser una guía de enseñanza ni están pensados para sustituir la recomendación de un profesional: si seguís los consejos os lo pasaréis tan bien como ellos. Mientras encima aprenden, que esto debería ser lo mejor de unas buenas vacaciones.
- Dividid los ejercicios entre los días de vacaciones dejando espacio para días de fiesta en los que los niños se dedicarán sólo a jugar. Todo depende de la edad de los niños y de las necesidades que tengan a la hora de recuperar las enseñanzas aprendidas durante todo el año, pero siempre hay que ser flexible cuando se trata de marcar los horarios. A menor tiempo necesario para realizar os deberes de verano mayor capacidad de atención. Y eso redundará en su potencial de aprendizaje.
- Marcad un horario y repetidlo durante el resto de días de trabajo. Ya sabemos que en las vacaciones se es mucho más flexible con los deberes, pero conviene mantener los horarios también cuando se descansa. No dejar que los niños se acuesten demasiado tarde, incitar a que se levanten a una hora adecuada… Y conseguir que hagan los deberes por la mañana. O en el horario en el que menos distracciones existan en la casa.
- Compartid los deberes con ellos y tratad de que sean lo más divertidos posible. Siempre hay que hacer los deberes con los niños y ayudarles en lo máximo posible, siendo con los de verano mucho más obligatorio. Vosotros y ellos estaréis deseando que se terminen, por lo que resulta adecuado echarles una mano siempre y cuando no los hagáis vosotros. Además, y dado que se trata de deberes de verano, hay que conseguir que se diviertan mientras aprenden, siendo algo en lo que ya hacen énfasis las tareas vacacionales escolares. Si lo pasáis bien, los deberes pueden ser una prolongación de las vacaciones.
- Condicionad ciertas actividades vacacionales en función de lo bien que hagan sus deberes. Los castigos y los premios son algo básico para conseguir que hagan lo que deben, no os vamos a descubrir nada nuevo. Y es justo en vacaciones cuando más se pueden hacer valer dichas artimañas. ¿Quieren ir a la piscina, a un parque temático, hacer una excursión a alguna parte…? Podrán hacerlo en función de cómo se comporten con los deberes de verano. Aunque eso sí: elegid sólo ciertas actividades, no les castiguéis aguando sus vacaciones si no se centran completamente en las tareas. Al fin y al cabo, el verano es para descansar. Y los niños ya han trabajado el resto del año.
- Si a pesar de todo no se terminan… Tampoco los hagáis todos a última hora. Sabemos que «pelearse» con los niños es difícil y que ellos nos conocen mejor que nosotros mismos, por lo que puede que no acaben a tiempo los deberes de verano. Es importante no dejar que ocurra esto (nos remitimos al punto 1), pero suele ser algo habitual. No les obliguéis a realizarlos todos a última hora: siempre pueden dejar alguno cuando regreséis a vuestro domicilio. Al fin y al cabo, existen unos días de asimilación antes de la vuelta al cole, por lo que también hay tiempo para completar tareas. Y si falta algo… Pues tampoco es tan importante: lo imprescindible es que no olviden las enseñanzas ni los buenos hábitos de trabajo.
Esperamos que estos cinco consejos para que los niños hagan sus deberes de verano os resulten tan útiles como nos han resultado a nosotros. Son pura lógica, aunque no siempre podemos pensar con claridad cuando los peques nos sacan de los nervios. Relajaos, divertíos con ellos tanto como os sea posible y disfrutad de lo que queda de vacaciones hasta que entre de lleno la vuelta al cole. Vosotros y ellos os lo merecéis.