Venga, que se note que estamos ya con unas temperaturas que son de agradecer a la sombra. ¿Ya habéis probado vuestros primeros helados? Seguro que sí, por más que este tipo de dulces sean aptos también para el resto del año. Y no tenemos por qué hablar de dulces, que también hay platos salados que se pueden degustar tras pasar por el congelador. ¿Queréis un buen ejemplo? Os lo he traído para este miércoles de mayo: el Sorbete de tomate con albahaca. El sabor del tomate como dominante, las notas particulares de la albahaca, el frescor del sorbete… Vamos, que es una combinación que sienta genial en estos días de primavera y en los próximos de verano, pudiendo cocinarse sin mayores complicaciones. Como justo os explico a continuación, claro.
Ingredientes
- 8 tomates rojos duros.
- 5 hojas de albahaca fresca.
- Tabasco.
- 1 cucharada sopera de orujo.
- Aceite de oliva virgen, sal y pimienta.
Preparación
Escaldamos los tomates en agua hirviendo durante 5 segundos, los refrescamos y los pelamos. Les retiramos las pepitas junto con el agua y los cortamos a dados pequeños, poniéndolos sobre una fuente para taparlos posteriormente con film de cocina. Introducimos en el congelador por espacio de una hora.
Cuando tengamos el tomate congelado, introducimos los pedazos en el vaso de la batidora o robot picador, incorporamos tabasco al gusto, salpimentamos, añadimos las hojas de albahaca picada y el orujo, triturando ligeramente dejando una textura de granizado. Servimos inmediatamente.
Montaje del plato.
Llenamos copas de aperitivo con el Sorbete de tomate con albahaca, decoramos por encima con unos hilos de aceite de oliva y servimos.
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