Quienes más aprovechan el verano son los niños, de eso no hay duda. Seguro que se están pasando el agosto fuera de la habitación, ya sea porque se han escapado a la piscina o a la playa o porque han tenido la suerte de escaparse con sus abuelos u otros familiares. ¿Os habéis quedado en casa y queréis darle un toque original a la habitación de vuestros hijos? ¿O simplemente queréis aprovechar un hueco en la pared para colocar un elemento decorativo que, aparte de encajar en el entorno, encaje también con el estilo de vuestros pequeños? Pues las pizarras magnéticas de Naga son una buena manera de regalarles espacio para anotar sus tareas, para tenerlas bien a mano, para que pongan en ellas desde fotos a lápices y rotuladores o, simplemente, para que tengan un atractivo marco con su color preferido. Eso sí: estas pizarras sólo son aptas para niños que sean algo mayores ya que, a pesar de que se amarran muy bien a la pared, pueden entrañar un riesgo si el pequeño juega con ellas o se cuelga.
Hecha la advertencia (siempre hay que tener cuidado con lo que ponemos en la habitación de los niños), veamos qué puede ofrecer Naga a los más peques de la casa. Para empezar, la superficie de sus pizarras es completamente lisa y resistente, acomodada al color que cada uno prefiera de entre toda la gama. Al poseer superficie de cristal, se puede escribir fácilmente sobre ellas gracias a cualquier rotulador de esos que se borran con sólo pasar la mano o un borrador , siendo el soporte perfecto para que los niños escriban sus tareas, el día que es de la semana o cualquier cosa que necesiten recordar. Además, las pizarras de cristal de Naga son magnéticas, por lo que se agarran a ella los imanes amarrando, como es lógico, cualquier papel o nota que pongamos entre medias. Aunque eso sí: sólo podréis utilizar aquellos imanes que poseen alto magnetismo, siendo aptos todos los que vende directamente el fabricante.
Estas pizarras de cristal de Naga se montan fácilmente en la pared trayendo todo lo necesario para dicho montaje y quedando fuertemente sujetas, lo que evitará que se puedan caer incluso aunque las utilicen los niños (reiteramos las advertencias de la edad). Y en multitud de colores diferentes, como esta pizarra magnética en color azul que quedará genial en la habitación de cualquier niño. O la de color malva para una niña, pudiendo optar también por otro color que también gusta entre el lado femenino: la pizarra de cristal de color rosa. O, evidentemente, podéis adquirir cualquier otro color o tamaño de la gama, siendo todas las pizarras aptas para realzar una pared dándole un toque práctico a la par que decorativo. Sobre todo si las colocáis en la habitación de los niños. ¿A que les serviría para llevar al día todo lo que tienen que hacer? O, sencillamente, para decorar la habitación a su gusto. ¡Y podrán dibujar sobre ellas!