Llegamos a nuestra receta estrella de la semana, un auténtico clásico en todas las mesas por el día de Reyes Magos y la última de esta temporada que hace referencia a la Navidad. Y es que… ¿Quién no degusta un clásico Roscón de Reyes en familia cada 6 de enero? Este es un clásico de la repostería que resulta mucho más fácil de preparar de lo que vosotros pensáis, ya que está listo en poco más de media hora sin contar los tiempos de fermentado o levado. Y podréis rellenarlo como mejor os guste así como decorarlo a vuestra elección, ahorrando un dinero en la pastelería creando un postre con toda satisfacción personal de haberlo hecho por vuestra cuenta. ¿Os atrevéis con este Roscón de Reyes? Veréis qué fácil…
Ingredientes
- 125 gramos de azúcar.
- 500 gramos de harina tamizada.
- 20 gramos de levadura fresca de panadería.
- 150 gramos de mantequilla.
- 60 gramos de agua.
- 60 gramos de leche.
- 3 huevos.
- 10 gramos de agua de azahar.
- Media copita de ron.
- 1 pizca de sal.
- Frutas confitadas, azúcar glass, fideos de colores o cualquier otra decoración al gusto.
- Huevo batido.
Preparación
Mezclamos la harina en un bol junto con el azúcar, los huevos, el agua de azahar y la sal, amasando hasta que no queden grumos. Después, añadimos la media copita de ron, la leche y la levadura disuelta en el agua, amasando hasta que quede una masa compacta. Añadimos poco a poco la mantequilla en pomada mientras trabajamos la masa con las manos y, cuando hayamos incorporado toda la mantequilla, obtendremos una masa uniforme aunque algo pegajosa. Tapamos el bol con la masa dentro y dejamos que fermente durante una o dos horas, dependiendo de la temperatura del ambiente. Debe de triplicar el volumen aproximadamente.
Una vez tengamos la masa fermentada, la colocamos sobre la bandeja de horno cubierta por un tapete de silicona o papel de horno y le damos forma de roscón, teniendo en cuenta que el espacio interior ha de ser grande porque crecerá en la segunda fermentación. Una vez tengamos la forma, decoramos con las frutas confitadas y dejamos que triplique de nuevo su tamaño. Esto es fácil de conseguir encendiendo un poco el horno e introduciendo dentro el Roscón de Reyes, manteniendo una temperatura interior caldeada mientras dejamos que fermente. Siempre sin cocer, el horno se ha de encender lo justo. Si en vuestra cocina hay una temperatura en torno a los 23-24 grados, basta con tapar el Roscón de Reyes y dejar que fermente por sí solo.
Precalentamos el horno a 180 º C, pintamos con huevo batido el Roscón de Reyes ya fermentado y horneamos durante unos 15 o 20 minutos. Retiramos y dejamos que se enfríe.
Montaje del plato.
Una vez el Roscón de Reyes esté frío, decoramos espolvoreando azúcar glass, fideos de colores o cualquier otra decoración que nos apetezca.
Observaciones.
-Si queréis introducir una sorpresa dentro del roscón de Reyes, hay que tener en cuenta que debe de resistir las altas temperaturas del horno, ya que podría deshacerse. De hacerlo, se tiene que introducir en la masa justo después del segundo fermentado. En su defecto, podemos insertar la sorpresa dentro del Roscón de Reyes una vez horneado, colocándola cuidadosamente por la base para que se note lo menos posible.
-El Roscón de Reyes queda mucho más jugoso si lo rellenáis con nata montada, crema pastelera, mousse de chocolate… ¡Echadle imaginación!
¿Os ha gustado esta receta? Pues podréis prepararla todavía más rápidamente si visitáis nuestra sección de cocina, estando justo tras la imagen.