Qué ganas de comer un plato caliente con el frío que hace fuera, ¿a que sí? Pues la receta que tengo para hoy no es de esas que puedan tomarse con cuchara bien calientes, algo que se asocia comúnmente con los días más gélidos del invierno, sino que se trata de una receta de pasta con la que servir un buen plato sin excesivas calorías y que sí reconforte el cuerpo además del espíritu. Y encima con sencillez extrema, ya que estos Penne rigate con pesto de rúcula y avellanas tienen menos tiempo de preparación que de degustación. Con una salsa casera preparada por nosotros mismos, siendo una variante del ya conocido pesto con albahaca. ¿Os apetece mi receta? Pues está a punto para servirse sobre la mesa…
Ingredientes
- 200 gramos de penne rigate secos.
- 40 gramos de avellanas tostadas y peladas.
- 20 gramos de rúcula limpia.
- 2 dientes de ajo.
- 30 gramos de queso Parmesano.
- 150 gramos de aceite de oliva virgen.
- Sal y pimienta.
Preparación
Hervimos la pasta en abundante agua con sal dejándola al dente. Escurrimos y reservamos. A continuación, juntamos dentro del vaso de la picadora el Parmesano rallado, la rúcula, las avellanas, los ajos y el aceite de oliva, procediendo a triturar estos ingredientes hasta obtener una salsa pesto bien fina.
Montaje del plato.
Colocamos la pasta aún caliente sobre el plato y cubrimos al gusto con el pesto de rúcula y avellanas. Terminamos asentando por encima unas láminas de queso Parmesano.
Observaciones.
-Esta salsa pesto se puede guardar en el frigorífico durante una semana sin que se estropee.
-A la hora de utilizar el Parmesano en el pesto de rúcula y avellanas, o en otros platos que necesiten queso rallado, siempre es preferible rallarlo en el momento de utilizar. Así, se conservan mejor los sabores de la pieza de queso.
¿Os ha gustado esta receta? Pues podréis prepararla todavía más rápidamente si visitáis nuestra sección de cocina, estando justo tras la imagen.