No se me ocurre una manera mejor de rematar la semana culinaria que con una receta tan de Navidad como un turrón, con la que vamos a aprender de forma sencilla cómo se realiza una de las innumerables variedades. Evidentemente, cada turrón posee su propia elaboración, necesitando de unos ingredientes comunes para conformar la tableta final. El azúcar y la almendra son imprescindibles, además de las yemas que entran a formar parte de la variedad más consumida después del de Jijona y el de Alicante: el turrón de yema tostada. ¿Pensabais que era muy difícil elaborarlo? Pues hoy vamos a aprender una forma con la que se simplifica enormemente el proceso, pudiendo crear nuestros propios dulces navideños caseros en pocos minutos y sin necesidad de esperar días hasta que compacten. Pues sí, así es nuestro Turrón de yema con canela, un manjar que está al alcance de cualquier persona, incluso aunque no tengáis mucha experiencia con los postres. ¿Os apetece? Pues vais a ver qué cosa tan sencilla. Y sabrosa, no van a quedar ni las migas…
Ingredientes
- 200 gramos de azúcar glass.
- 200 gramos de almendra molida.
- 4 yemas de huevo.
- 1 cucharadita de café de canela en polvo.
- La ralladura de medio limón.
- Azúcar para quemar.
Preparación
Ponemos a cocer a fuego lento el azúcar glass dentro de un cazo junto con la canela y la ralladura de limón, removiendo la mezcla de vez en cuando. Mientras se va haciendo, juntamos las yemas de huevo junto con la almendra molida hasta obtener una masa homogénea.
Cuando el azúcar del cazo se haya transformado en almíbar líquido (con cierta textura de jarabe), incorporamos la mezcla de almendra y yema uniendo la pasta, siguiendo a fuego suave y removiendo hasta que se despegue del cazo. Una vez se desprenda fácilmente, pasamos esta base de Turrón de yema con canela a un recipiente con forma de tableta y lo tapamos con film transparente, teniendo en cuenta el grosor final. Si os gusta el turrón más grueso el recipiente ha de ser pequeño, actuando al revés si lo queréis más fino. En ambos casos, se ha de colocar un peso encima del Turrón de yema con canela, para que se compacte y adquiera la textura necesaria.
Dejamos que el Turrón de yema con canela se enfríe y pasamos a desmoldarlo. Espolvoreamos por la cara superior un poco de azúcar y procedemos a quemarlo con soplete o quemador, dejando que enfríe posteriormente.
Montaje del plato.
Una vez desmoldado y quemado el Turrón de yema con canela, lo partimos en trozos y presentamos sobre la mesa a la hora de los turrones, juntándolo con el resto de variedades o presentándolo en solitario.
