Después de los dos platos sabrosos e imaginativos que os he preparado esta semana, con esa Coca de recapte que cocinamos como entrante y los deliciosos Lomos de merluza con mahonesa de pimientos que teníamos para ayer, va siendo hora de preparar un postre que resulte refrescante y, además, bastante ligero. Y aunque eso parezca una tarea titánica tratándose del plato más dulce de todo el menú, creo que he conseguido acercarme a este planteamiento con lo que os tengo reservado para hoy: Mousse de limón. Y os lo enseño con truco, ya que con este mousse no sufriréis ese hecho tan molesto en el que el limón se escurre al fondo de la copa desmontándose el postre. No, nuestro Mousse de limón aguanta el tipo desde que se prepara hasta que se sirve, aunque entre medias pasen unas cuantas horas. ¿Queréis saber cómo se hace? Pues habéis llegado en el momento justo.
Ingredientes
- 90 ml de zumo de limón (aproximadamente 4 limones).
- 90 ml de leche condensada.
- 250 gramos de nata para montar.
Preparación
Exprimimos los limones y juntamos el zumo con la leche condensada hasta obtener una mezcla uniforme. Montamos la nata en otro bol y la vamos añadiendo al zumo y a la leche, mezclando con mucho cuidado para que la nata no se baje ayudándonos de unas varillas manuales. Una vez obtengamos la base del Mousse de limón, la repartimos por copas de postre y dejamos enfriar en la nevera.
Montaje del plato.
Retiramos las copas con el Mousse de limón de la nevera y, antes de servir, decoramos la superficie con una pizca de la cáscara de limón rallada.