Y llegamos al momento más dulce de la semana, nuestro viernes de postre. ¿A que resulta atractivo por ambos aspectos? Puerta al fin de semana y carpetazo al estómago, siendo un momento en el que conviene degustar cada uno de los placeres que nos brinda una buena mesa. Y la de esta semana ha sido realmente buena, estando esta tercera receta a la altura de las dos anteriores: Plátanos salteados con cítricos. Fruta y una preparación no habitual para degustar un producto tan nuestro como es el plátano, dos premisas que consiguen hacer de este postre una auténtica experiencia para los sentidos. ¿Os atrevéis con él? Ya sabía yo que os gustaría, al lío…
Ingredientes
- 4 plátanos no muy maduros.
- 1 cucharada sopera de azúcar moreno o blanco.
- 1 cucharada sopera de mantequilla.
- El zumo de una naranja más la raspadura.
- El zumo de medio limón más la raspadura.
- 1 chorrito de licor de naranja.
- Helado de vainilla.
- Menta fresca.
Preparación
Calentamos en una sartén la mantequilla con cuidado de que no se queme, ya que acabaría amargando el postre. Introducimos los plátanos en la sartén (habiéndolos pelado previamente) junto con el azúcar y los doramos por ambas caras. A continuación, introducimos el zumo de naranja, el de limón y sus raspaduras (sin llegar a la zona blanca de la fruta, sólo la piel), tapando la sartén y dejando que cuezan los plátanos durante 3 minutos más o menos. Destapamos y vertemos un chorrito de licor de naranja, dejando que cueza un poco más todo el conjunto y se proceda a evaporar el alcohol. Una vez salteados los plátanos, retiramos del fuego y reservamos para el momento de servir el postre.
Montaje del plato.
Servimos un plátano salteado por persona, vertiendo la salsa por encima y alrededor del centro del plato. Acompañamos con una bola de helado de vainilla, nata o cualquier acompañamiento dulce que se nos ocurra, decorando con una ramita de menta fresca.
