Siempre decimos que hay que esforzarse a la hora de hacer un regalo, la mejor manera de sorprender a una persona es regalándole ese detalle que no se espera, algo que deseaba estando convencido de que no lo conseguiría. Y para encontrar ese regalo perfecto sólo hay una solución: empeño. Tanto en la búsqueda del detalle en sí como en la tarea de concretar qué será lo que finalmente regalemos, obteniendo mejores resultados según el tempo que le acabemos dedicando. Pero no sólo el regalo forma parte imprescindible de la sorpresa, también las palabras que dedicamos con su entrega son esenciales, siendo las dedicatorias la forma más representativa. ¿A quién no le han hecho un regalo con dedicatoria y ha sido tan importante esta última como el propio detalle? Claro que sí, un mensaje escrito por nosotros y con nuestras propias palabras es siempre el acompañamiento perfecto, aunque también puede ocurrir que, paradójicamente, no se nos ocurra nada.
Hoy os venimos a ayudar proponiendo unas cuantas dedicatorias de Navidad con las que acompañar a los regalos, pudiendo plasmarlas en una tarjeta, una carta o, por qué no, decirlas a viva voz. ¿Os apetece compartirlas? ¿Tenéis alguna sugerencia? No dudéis en plantearlas, las palabras con sentimiento siempre encuentran un hueco aunque parezca que este no exista.
No hay mejor regalo que estar contigo, espero que con este detalle sigamos aún más cerca.
Me enseñaste todo lo que sé, sin ti ni siquiera estaría en este mundo. Y después de tantas Navidades juntos, esta será la más inolvidable. Gracias, Mamá…
Los regalos pierden parte de su magia cuando no puedes ver quien los abre. Por eso yo estoy aquí para regalarte este, igual que estaré para entregarte los próximos. Te quiero.
Quizá no nos conozcamos a fondo, pero eso no es excusa para abrirte mi corazón en forma de regalo. Ambos son tuyos, espero que, por lo menos, te guste alguno.
Por más tiempo que haya estado buscando este regalo, más tardé en encontrar a alguien tan especial como tú. Ojalá que ese tiempo nunca transcurra entre nosotros. ¡Felicidades!
A tu lado, para siempre es muy poco tiempo. Gracias por compartirlo conmigo.
Nunca se me ha dado bien decirte cuánto me importas, y sólo deseo que este regalo sea un pequeño ejemplo de lo mucho que te quiero. Feliz Navidad.
Gracias por todos esos buenos momentos que hemos pasado juntos, espero que este regalo también pase a esa larga lista.
Quise regalarte una estrella, pero no la alcancé. O entregarte un ramo de nieve, aunque se derretiría. Pensé en un reflejo de luna, pero me fue imposible encerrarlo en una caja. Y después de tantos intentos, no he encontrado nada mejor que este regalo. Ha sido mucho el esfuerzo, pero siempre es poco si es para ti.
La amistad no crece con regalos, pero tampoco se hace más pequeña. Espero que disfrutes tanto este regalo como nosotros disfrutamos contigo.
Para mí, pasar las Navidades a tu lado sí que es un regalo. Espero que este detalle signifique lo mismo para ti.
¿Tenéis alguna dedicatoria que compartir con nosotros? ¿Buscáis un poco de ayuda para crear vuestros propios mensajes? No dudéis en comentarlo.