Da igual la hora que sea, aunque apetezca más por la mañana o cuando la cabeza amenaza con ceder al envite del sueño: el café es el elixir perfecto para tomar en todo momento. Con moderación, eso sí, que hay que acelerarse lo justo. Y sin importar el método de preparación: si el café es bueno, en la taza estará delicioso. Ay, las tazas nos pierden… Pero hoy no iremos por ese camino, que tenemos una novedad relacionada con el café que es perfecta para quienes lo tomáis de cápsulas: un cajón en el que guardar todas esas cápsulas. ¿Qué os parece la idea? Pongamos orden y expliquemos el asunto.

Lo mejor de las cápsulas de café es que permiten tomar diferentes tipos, marcas y tostados de grano sin que ensuciemos la cocina. Y con tal facilidad que acabaron por democratizar las cafeteras domésticas a presión. Encima, los diseños de dichas cafeteras son llamativos y cuidados, convirtiendo un rincón aburrido en un balcón abierto al café de cafetería recién hecho. ¿Qué es lo que falta en esta escena? Un cajón elegante en el que no sólo guardar los diferentes tipos de cápsulas, también colocar la cafetera encima. Práctico, compacto y bonito, no se puede pedir más. O sí.

Fabricado en plástico ABS y en color gris antracita, el Coffee Box es un cajoncito con diferentes hileras (los separadores se pueden mover) donde alinear las cápsulas de café. Con unas dimensiones que le permiten sostener a casi cualquier cafetera de cápsulas (33x22x5,5 cm), la Coffee Box puede colocarse sobre la encimera convirtiéndose en un decorativo soporte relleno con las variedades de café que más os apetezcan. Que no sea por sitio ni organización: tendréis las cápsulas justo en el sitio donde deben estar. Y sin mezclarse.

El regalo perfecto para quienes hacen del café su adicción preferida: con la Coffee Box disfrutarán mucho más de su cafetera de cápsulas. Y vosotros si os decidís a ponerla en vuestra vida…