Ay, que sabemos que los lunes y vosotros no os lleváis bien… Bueno, lo cierto es que tampoco nosotros estamos muy a gusto con el primer día de la semana, siendo un auténtico latazo arrancar cinco nuevos días en los que estaremos por la oficina haciendo ver que trabajamos. Esperad, no queríamos decir eso, que este blog lo lee nuestro jefe… Por cierto: ¿por qué no tener un detalle con el jefe para que así se aflojen los conflictos laborales? Ni os estamos empujando a que seáis unos pelotas ni a que dejéis de tratar los pequeños inconvenientes que existen en todo puesto de trabajo, pero sí que os invitamos a valorar una cosa: si toca celebrar algo en la oficina, ¿por qué no tener un detalle con el jefe?

Venga, que no se diga que la vuelta al trabajo es una vuelta al infierno: teniendo un detalle con el jefe seguro que la oficina es casi como un pedazo de cielo. Bueno, sabemos que eso sería exagerado, pero también sabemos que los jefes tienen su corazoncito. Tantos días viniendo a la empresa con las obligaciones de ser jefe, a veces se sienten solos porque el resto de la plantilla les hace el vacío, ellos también querrían integrarse como un empleado más… Vamos, que ni todos los jefes son unos ogros ni es cierto que no se merezcan un regalo: aunque no lo creamos, hay una personita delicada en el corazoncito de cada jefe esperando que la agraden con el trabajo. Y con un regalo, que a nadie le amarga un dulce. Y a un jefe mucho menos.

Después de este pequeño rollo, sólo os recomendamos que visitéis nuestro escaparate destacado y que le hagáis un regalillo a vuestro jefe. Como seguro que no le habréis traído un recuerdo de las vacaciones, quizá podáis pasarlo por uno de estos detalles. O cuando sea la fiesta del hombre invisible en la empresa, Navidad, cuando toque celebrar su cumpleaños… Encima, seguro que os mira con mejores ojos cuando vayáis a pedir un aumento de sueldo (guiño, guiño).