Receta de canelones

Como ya sabéis, concluyo hoy con el ciclo de aprovechamiento de las sobras del Caldo de Navidad, tocándole el turno a toda la carne. ¿Y cuál es ese plato de pasta tan tradicional que se sirve en muchas de las mesas familiares? No hay duda, los Canelones, toda una receta de pasta en la que podremos aprovechar lo que nos sobre de otros platos, creando una unión de ingredientes y sabores a la que no se puede resistir nadie, ni siquiera los niños. Y encima no son complicados de preparar, con lo que acabamos cerrando el círculo de lo que tiene que ser el reciclaje en la cocina. Así que, preparaos para aprovechar las sobras del Caldo de Navidad, los Canelones estarán apunto en poco más de 1 hora.

Canelones

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Tiempo total: 1 hour

Número de comensales: 35 canelones

Canelones

Ingredientes

  • 680 gramos de carne del Caldo de Navidad (gallina, morcilla, pollo, pelota...).
  • 400 gramos de cebolla picada.
  • 100 gramos de aceite de oliva.
  • 60 gramos de mantequilla.
  • 50 gramos de harina.
  • 750 gramos de leche.
  • Cognac o Brandy.
  • Sal y pimienta.
  • Para la bechamel:

  • 150 gramos de harina.
  • 180 gramos de mantequilla.
  • 2250 mililitros de leche.
  • Queso rallado para gratinar al gusto.
  • Sal y pimienta.

Preparación

Picamos la carne del Caldo de Navidad que ya habíamos preparado previamente con ayuda del accesorio picador de la batidora o similar, reservándola. Después, fundimos la mantequilla en una cacerola e incorporamos la harina, ligándolas a fuego lento hasta que se haga una pasta. Dejamos cocer unos minutos con cuidado para que se vaya el sabor de la harina y añadimos la leche, removiendo con unas varillas manuales hasta que la mezcla quede ligada. Dejamos cocer 1 minuto e incorporamos la carne picada. Removemos con una espátula de madera hasta que adquiera consistencia de pasta y dejamos cocer durante tres minutos más para que se compacte. Después, retiramos del fuego y reservamos.

Ponemos el aceite en una sartén y pochamos la cebolla picada bien fina hasta que quede confitada, echándole un chorrito de Brandy o Cognac cuando le quede poco para coger el punto, dejando que el licor se evapore del todo. A continuación, juntamos la cebolla confitada con la mezcla de carne que teníamos reservada, mezclando bien y rectificando de sal y de pimienta. Una vez esté listo, reservamos el relleno de los canelones en la nevera para que se enfríe y sea mucho más sencillo el rellenarlos, cubriéndolo con un poco de film transparente y pegando este sobre la superficie de la carne. Así no salpicará el agua de la condensación cuando lo retiremos.

Cocemos las láminas de pasta de canelones en una cacerola con agua hirviendo durante 7 minutos. Removemos con suavidad para que las placas no se peguen ni tampoco se rompan y, una vez cocidas, las refrescamos en un bol con agua fría, pasando a extender la pasta sobre unos paños limpios para secarlas y facilitar el relleno. Para rellenar, utilizamos una manga pastelera con una abertura adecuada para hacerlo en un paso (mejor si la manga es desechable), llenándola con la carne ya fría y extendiéndola adecuadamente sobre cada una de las placas de pasta. Enrollamos y colocamos los canelones ordenadamente sobre una fuente de horno previamente untada de mantequilla. Cubrimos con la bechamel y el queso rallado e introducimos la fuente en el horno, ya precalentado, a 200 º C y con el gratinador encendiendo, dejando los canelones hasta que estos queden dorados en su superficie. Retiramos.

Para la bechamel:

Calentaremos la leche en un cazo. En otro, colocamos la mantequilla a fuego medio hasta que se deshaga. Incorporamos la harina, removemos hasta hacer una pasta y dejamos que cueza durante unos cinco minutos, para que la harina pierda el sabor y siempre sin dejar de remover. Después, vertemos la leche caliente, la sal y la pimienta, manteniendo el fuego medio, removiendo y dejando que la bechamel espese. Puede hervir sin problema, pero sin que dejemos nunca de moverla ya que puede pegarse al fondo del cazo.

Montaje del plato.

Servimos la fuente de canelones recién salida del horno sobre la mesa, protegida por un salvamanteles, procediendo a repartir una ración al gusto de cada comensal.

Observaciones.

-El relleno que hemos empleado para estos canelones también nos puede servir para croquetas, sólo tendremos que dejar el relleno un poco más al fuego para que quede más compacto.

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